La presencia de Cristo en tu vida es un regalo de Dios.
No puedes merecer su favor, por muchas obras religiosas que hagas,
lo que él hizo en la cruz fue una vez y para siempre.
Él se hizo pobre para que fuéramos libres de la pobreza.
Él llevo nuestro pecado para que fuéramos limpios y justos.
Él se hizo cautivo para que tú fueras libre.
Él llevo nuestro castigo para que tuviéramos paz.
Él llevo nuestras enfermedades para que fuéramos sanos.
Él venció a la muerte para que tengamos vida eterna.
Él te otorga su gracia que es su favor inmerecido, no tienes que hacer nada más para merecerlo.
Si has creído que Jesucristo es el hijo de Dios, tu salvador y redentor, solo debes amarlo porque Él nos amó primero y todo lo que hagas hazlo con amor porque ya tienes su favor.
Nelio Perez Jr